El vino filtrado es limpio y brillante (<1 NTU) y se puede añadir directamente al producto filtrado anteriormente, sin tener que hacer más tratamientos. El rendimiento es mayor que con los filtros rotativos de vacío. Además, el producto filtrado resulta ser cualitativamente mejor porque se mantienen los parámetros analíticos y la calidad del vino resulta ser la de un "pre-embotellamiento".